domingo, 13 de septiembre de 2015

Algo más



Algo más


A esto es a lo que me refería cuando dije que pedía algo más a un libro que simple información cinemática:

El auto entró en el sendero donde aparcaban, lo perdí de vista, pero escuché cómo el motor se apagaba y el eco de sus últimos sonidos se fundía con el anochecer.

Imaginad que la frase fuese:

El auto entró en el sendero donde aparcaban y lo perdí de vista.

Lo que hace el auto es necesario para la historia, necesita saberse para que siga adelante. De acuerdo. Pero ese sonido, ese último estertor del motor apagándose y dando paso al anochecer es lo realmente importante, porque proporciona al lector una información a nivel de personaje. Te dice en qué se está fijando el personaje-narrador, y por tanto, qué tipo de sensibilidad posee. Es un tipo que se fijaría en el efecto sonoro de un motor una noche, mientras espera que suceda algo. Eso le marca. Y esa es la sensibilidad que puede empatizar con los sentidos del lector.

Pero aún más. Tal vez vaya a haber un asesinato o una violación dentro de un par de páginas (aún no lo sé porque me he detenido para escribir estas líneas), por eso la información acústica que proporciona el narrador es fundamental. No hay miedo sin un ruido que rompa el silencio. Y con ese último estertor mortecino acaban de dejarnos a oscuras, y en silencio… 

A partir de aquí ya todo puede pasar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario