miércoles, 27 de enero de 2016

MP 205

Monstruos perfectos
-205-
Em va dir que, als joves, se'ls ha de deixar tranquils, perquè saben més que no pas els vells, que caminen a recules com els crancs. 
La plaça del Diamant, 1962. Mercé Rodoreda.

lunes, 25 de enero de 2016

¡Ay! El amor


¡Ay!, el amor

Creo que no hay en literatura nada más difícil que, en una historia de amor, contar el proceso de enamoramiento. Lo que tan intenso se vive desde dentro, lo que te arrastra a los instintos más básicos y te ciega y vapulea como si sobre una montaña rusa estuvieses montado, visto desde fuera es una cosa ñoña y de lo más aburrida. Ni siquiera cuando ese enamoramiento implica un pequeño drama familiar, como es el caso en el que el enamoramiento es furtivo, extramatrimonial, tiene el menor interés. Está esa serie: The affair. Se conocen y tal. Vemos la tensión de los primeros momentos, cuando lo que tira es la carne. Y luego se van a una isla turística tipo Ibiza y a él se le cae el café en la camisa y tienen que ir a comprarse una camisa nueva y se pegan un morreo en el probador y luego se van a alquilarse una habitación de hotel para echar un polvo tranquilos y ufff… ¡Qué pereza! Mira si es que hasta los guionistas de la serie se han aburrido y han decidido introducir una historia de drogas y un asesinato. ¡Que eso sí que es fácil de llevar! ¡Que eso siempre anima al personal!

El problema es que la serie se titula The affair, así que uno esperaría que le hablasen de amor, y no de guerra. Un toro demasiado bravo, me temo.

No he leído ninguna buena historia de enamoramiento. Tal vez ustedes me puedan ayudar a encontrarla: ¿Anna Karenina?, ¿algo de Corin Tellado?, ¿La plaça del Diamant? No creo. En las historias siempre hay amor porque forma parte de la vida, pero el amor no es literario si no se le adereza con desazón, remordimientos, odio, asco (estoy pensando en Madame Bovary) o, directamente, asesinatos o suicidios.

¿Qué se le va a hacer? Hay cosas que solo son divertidas cuando uno las vive en sus propias carnes    

viernes, 15 de enero de 2016

MP 204

Monstruos perfectos
-204-
Algún inglés dijo una vez que el matrimonio es una larga comida insulsa en que te sirven primero el postre.
El sentido de un final, 2011. Julian Barnes.

miércoles, 13 de enero de 2016

MP 203

Monstruos perfectos
-203-
Sabía que no debía hacerlo, que desataría la tormenta una vez más, pero el coche estaba a punto de calarse: le dije que cambiase de marcha.
Quisiera tener la voz de Leonard Cohen para pedirte que te marcharas, 2013. Óscar Sipán.

martes, 12 de enero de 2016

MP 202

Monstruos perfectos
-202-
Viajar sirve sobre todo para aprender sobre el país del que nos hemos marchado.
Ventanas de Manhattan, 2004. Antonio Muñoz Molina.

lunes, 11 de enero de 2016

Cuentos

Cuentos

Cuatro libros de relatos han caído este año: Leche, de Marina Perezagua, Diez de diciembre, de George Saunders, De regreso al mundo, de Tobias Wolff e Hijo de Jesús, de Dennis Johnson, a parte de los cuentos de John Cheever, cuya colección me acompaña ya desde hace dos años. Existe un placer distinto en la lectura de relatos al que existe en la lectura de novelas. Los primeros muestran fogonazos de historias, momentos, sensaciones, temores, mientras que las novelas describen una trama y requieren de la evolución de sus personajes. En los primeros uno no quiere saber nada más que qué es lo que hay en el presente de esos tipos con problemas que aparecen en las páginas, en las segundas uno espera que esos tipos cambien, resuelvan, nos aclaren cómo son o cómo van a ser a partir de ahora.

Este año he disfrutado más con los cuentos que con las novelas, creo que puedo decirlo con rotundidad, pese a haber tropezado con alguna joya como El buen nombre, de Jhumpa Lahiri, o Meridiano de Sangre, de Cormac McCarthy. Tal vez ha sido porque he descubierto nuevos autores en los cuentos, y la sorpresa del descubrimiento siempre deja un regusto agradable. 

Os invito a acercaros a cada una de esas cuatro colecciones de relatos. Pueden gustar o no, pero son libros arriesgados y trabajados, que creo que es lo mínimo que se le debe exigir a un autor. Y por el formato de los textos, y las urgencias de nuestros días, os aconsejo que los leáis en el móvil. Existe una muy buena aplicación de lectura “Moon+ Reader”, y la mayoría de los títulos pueden comprarse a precios asequibles en formato e pub.

Buenas lecturas para este 2016.