miércoles, 30 de julio de 2014

MP 179


Monstruos perfectos
-179-
El poder sólo puede disfrutarse cuando es reconocido y temido. La ausencia de terror en quienes no tienen poder es exasperante para quienes lo tienen.
Vida de este chico. 1989. Tobias Wolff. 

domingo, 27 de julio de 2014

MP 178


Monstruos perfectos
-178-
-¿Qué debe hacer un hombre, Walter? Un hombre aprovisiona a su familia.
-Eso me costó mi familia.
-Cuando tienes hijos, siempre tienes familia. Siempre serán tu prioridad, tu responsabilidad. Y un hombre, un hombre aprovisiona.
Breaking Bad, 2010. Vince Gilligan.

viernes, 18 de julio de 2014

MP 177


Monstruos perfectos
-177-
En la postrera luz del día, el lago resplandeciente al pie de la ciudad-palacio parecía un mar de oro fundido.
La encantadora de Florencia, 2008Salman Rushdie.

martes, 8 de julio de 2014

MP 176


Monstruos perfectos
-176-
Es cierto, incluso para los mejores de entre nosotros, que si un observador nos sorprendiera subiéndonos a un tren en una estación intermedia; si reparara en nuestros rostros, privados por el nerviosismo de su aplomo habitual; si valorara nuestro equipaje, nuestra ropa, y mirara por la ventanilla para ver quién nos ha llevado en coche hasta la estación; si escuchara las palabras ásperas o tiernas que decimos en el caso de que nos acompañe nuestra familia, o si se fijara en la manera que tenemos de colocar la maleta en el portaequipajes, de comprobar en qué sitio hemos guardado la cartera y el llavero, y de limpiarnos el sudor que nos cae por la nuca; si pudiera juzgar acertadamente sobre el engreimiento, la desconfianza o la tristeza con que nos instalamos, obtendría un panorama de nuestras vidas más amplio del que la mayoría hubiese querido proporcionarle.
Granjero de verano, 1948. John Cheever.

jueves, 3 de julio de 2014

¿Qué es la química, profesor Walter?


¿Qué es la química, profesor Walter?


Comienzo a ver Breaking Bad y en un par de capítulos descubro al protagonista perfecto. El hombre anodino, acomplejado, el profesorcillo de tres al cuarto que no tiene nada que decir en las conversaciones de hombres cuando salen a fumar en las fiestas, de pronto catapultado a la arena del circo, espada y escudo y ale, a batirse ahí con las fieras. Esos son lo héroes que me gustan, el Jean Valjean de Los miserables, el informático apocado de Las colinas tienen ojos, el William Wallace de Braveheart, tipos que estaban ahí de paso, que no querían molestar, hombrecillos que no buscaban bronca, pero a los que la bronca les va a ir a hurgar en los cojones.

Pese a sus reticencias al protagonismo, la personalidad de este tipo de personajes va mostrando sus aristas a medida que se enfrentan a los problemas. Poco a poco toman peso, seguridad, van sacando lo mejor de sí mismos y uno descubre un pozo mucho mas profundo de lo que esperaba.

De entre todas las aristas de Walter White elijo, por ahora, la de profesor de química. Walter será muchas cosas y seguramente a los guionistas de la serie lo que menos les importe es cómo se las apaña como profesor de instituto, para ellos es una forma más de introducir matices en el personaje, pero el tema me cae cercano, y me hace gracia, porque lo cierto es que posee unas buenas habilidades docentes.

Exploremos pues ese lado del poliédrico profesor Walter.

En el capítulo uno aparece ante una clase de adolescentes en una escena corta pero muy descriptiva.


Comienza explicando qué es la química. La define: Es la ciencia que estudia la materia. Los alumnos no parecen muy interesados. Después da su opinión personal sobre lo que es la química, completa la definición: Es la ciencia del cambio. Eso es lo importante, cómo cambian las cosas y cómo el cambio lo significa todo. El propio ciclo de la vida. Los ojos le brillan, se nota que ama la química, que le fascina lo que está contando. Los alumnos, sin embargo, siguen cabizbajos y bostezando. A continuación aporta un ejemplo práctico, enciende un mechero y pulveriza sustancias químicas que producen sendas llamas de colores. Acaba de ejemplarizar con un experimento lo que ha querido decir con sus palabras. Y mientras lo hace, sigue reforzando la idea del cambio, cómo los elementos se combinan para transformarse en esos colores tan vivos que han conseguido hacer levantar la cabeza a algunos de los chicos. La escena termina con una sonrisa espléndida de Walter, mientras dice: “Es realmente fascinante”.

Algunas cosas que hacen de Walter White un buen profesor son:

1. Es ortodoxo, pero como experto en la materia expresa su opinión y valora la importancia de las diferentes premisas. Así lo demuestra al definir la asignatura, se cierne a la doctrina: es la ciencia de la materia y el cambio, pero emite una opinión sobre esa definición, una opinión basada en su propio conocimiento y experiencia en el tema.

2. Es un entusiasta de la materia que imparte. No hay más que observarle hablar de ella, el respeto y la admiración que le tiene.

3. Domina la materia. Prueba de ello es la exactitud con que describe los procesos químicos que se están dando mientras realiza el experimento con el fuego: niveles energéticos, enlaces moleculares etc...

4. Utiliza ejemplos prácticos y vistosos.

Todo eso en apenas cincuenta segundos merced a los estupendos guionistas de la serie. Seguiremos viéndola, aunque no será solo por aprender química.